sábado, 19 de enero de 2013

Al Rayar El Alba

Mi corazón temblaba de emoción, como el de una niña cuando prepara una travesura, o el de una mujer que se prepara para una cita especial, escogiendo delicadamente cada detalle, cada arma de seducción que usaré en minutos, salí apresurada apenas al rayar el alba.

Yo tenía las llaves de su departamento sabía q hoy él estaba ahí y no me esperaría porq al ser viernes asumirá q yo estaría en mi oficina. Tenia muchas ganas de estar a su lado así q me decidí a darle una sorpresa.

Eran las 9 am estaba segura q él dormía aún, habia tenido una semana complicada de trabajo y necesitaba descansar, era el momento perfecto para sorprender a mi amor, salí de casa planeando lo especial que haría de este día.

Lleguè a su departamento haciendo el menor ruido posible abrí la puerta, todo estaba en silencio lo q me confirmaba que él dormía, entrè en la cocina, preparé un jugo de naranja, café, tostadas, piqué algo de fruta, adjunté jarabe de chocolate y puse todo en una bandeja, me quité el jean, la blusa y me quedé en ropa interior, yo traía puesto ese conjunto negro q a él tanto le gustaba, caminé hacia el dormitorio y vaya hermosa imagen q encontrè...

Él estaba desnudo, la mitad de su cuerpo envuelto en las azules sábanas de su cama, mi emoción disparo un suspiro y me fui acercando sutilmente, dejé la bandeja de lado y posé mis labios en su cuello, juguetaba con mi lengua en su oido, él reconoció mi boca abrió sus ojos, despacito se dió la vuelta me miró, me tomó en sus brazos y me recostó de su lado, sin palabras me entregó sus besos y caricias, lo detuve un momento para decirle q tenía su desayuno listo, mientras tomaba su fresco jugo de naranja me exploraba con su mirada, tomó el jarabe de chocolate y dijo... "mi mejor bocadillo de la mañana, eres tú " .... me recostó nuevamente en su cama me quitó la poca ropa q traía puesta y bañó mi cuerpo con el chocolate...

Que sensación tan inexplicable y deliciosa sentir sus labios, su lengua me electrizaba al tiempo que iba recorriendo mi cuerpo mientras sus manos me acariciaban al mismo ritmo de su boca, sutilmente fue quitando el chocolate que puso sobre mi, la gran excitación me había endurecido los pezones, sus manos juguetearon con ellos para luego morderlos y poco a poco sentí llegar sus dedos a explorar mi humedad, los ríos de placer desbordantes entre mis piernas, mis manos sintieron la dureza de su miembro, mi feminidad suplicaba ser poseida, en un vaiven de caricias disfrutaba del placer de escuchar sus gemidos mientras mi cuerpo se sacudía en un terremoto de placer carnal, incontrolable, indomable... increible, y en un movimiento con mezcla de tierno y violento abrió mis piernas y fue entrando en mi.

Al sentir su agitada respiración mientras entraba y salia, de mi tomando con sus manos mis caderas para moverlas al ritmo q él quería, hacía q mi humedad se escuchara con cada movimiento y él gimiera de placer... sentía que mi cuerpo le pertenecía, que era todo lo que había yo ansiado, que sin saberlo mi cuerpo ya conocía cada milímetro de su ser, sentía que no me poseía sino que me hacía recordar sensaciones que en otra vida me había enseñado y solo su piel encendía en mi piel.

Pegó su pecho al mío y en un sutil movimiento nos dimos vuelta en la cama y consiguió que yo ahora lo cabalgara suavemente mientras él no dejaba de jugar con mis senos, me tenía embriagada de placer, sin palabras solo con mirar sus ojos entendìa lo q él deseaba, me recosté sobre su pecho y sintiendo como su masculinidad erguida rosaba mi punto más sensible llegue a un orgasmo largo y lleno de humedad, pero él querìa uno más y otro màs y los conseguìa facilmente porque sabìa como llegar a ellos, sentir q yo regara mi máximo de placer en él logró que él me entregara sus fluidos de amor y entre gemidos y besos quedamos rendidos, envueltos en abrazos q hacían de nuestros cuerpos uno solo, mientras la cálida luz del sol entraba timidamente por la ventana, y me permitía ver sus ojos color de almendra, extasiados de placer... contemplándome.