miércoles, 30 de marzo de 2016

ME RENDÍ BAJO LA LLUVIA


Era un día más, un día de esos en que la lluvia hace música en los techos de las casas vecinas, el smog de los autos desaparece con el suave contoneo de la precipitación, dando paso al dócil aroma de las flores, de la humedad, de ese café que calienta el cuerpo y espanta el frío a la vez… creo que lo mejor será poner a volar mi imaginación y escribir, siento esa necesidad súbitamente; me levanto de la cama, no quiero despertarte, estabas tan cansado, tienes puesta la mitad de tu ropa  pero aun así te ves perfecto, tu cuerpo me enloquece como cuando te vi por primera vez, no habrá mejor inspiración que saberte en mi cama.

Son tantas las ideas que tengo en la cabeza, quiero ordenarlas para empezar a escribir, pasa el tiempo entre divagaciones y, yo entretenida en el ruido de la lluvia, no he logrado escribir nada aún sin embargo mi mente ha volado por mil escenas aún inconexas y que no he plasmado en papel; por fin mis pensamientos han tomado rumbo, tomo una libreta y lápiz pues prefiero escribir a la antigua, las ideas fluyen cuando voy sintiendo tu presencia detrás de mí, ya siento tu mirada inquisitiva y lasciva a la vez y escucho tus pasos acercarse a mí. Traigo puesta una camisa tuya, esa que es tu favorita y que te acabo de quitar como trofeo de guerra antes de nuestro primer asalto pasional, conservo el liguero negro que te vuelve loco, y que traía debajo de mi falda al verte esta misma tarde, aún no olvido tu mirada recorriendo cada milímetro de mis piernas mientras te mordías los labios y te contenías las ganas locas de poseerme en pleno centro comercial, donde pactamos nuestro encuentro, luego escapamos juntos sin perder más tiempo, dando paso a nuestra pasión hasta hace unas horas.

Siento que ya estás detrás de mí, me susurras al oído mientras hueles mi perfume, como me encanta que lo hagas, besas el lóbulo de mi oído lo recorres con tu lengua, mientras me dices lo bien que huelo, lo mucho que te gusta mi aroma combinado con tu perfume en tu camisa, sé que te gusta mi Ángel o Demonio, ese aroma de Givenchi que lo uso para volverte loco por mí, me susurras lo mucho que te vuelve loco ver mi silueta sentada, verme de espaldas e imaginarme desnuda; voy sintiendo como rosa tu barba en mi piel, mis hombros son mi debilidad y tú lo sabes, mientras acaricias lentamente el canal de mi columna vertebral en un descenso lento pero a la vez arrollador, por lo que despiertas en mi interior, luego tus dedos rozan la tela de tu prenda de vestir para regresar a mi cuello pero recorriendo lentamente mi abdomen y el canal entre mis pechos, logrando que mi cuerpo se arquee hacia atrás en un intento desesperado y vano por alcanzar tus labios con los míos.

Masajeas mis hombros mientras tu camisa va cayendo de mi cuerpo, luego recorres con tu lengua mis hombros, sí que lo sabes hacer; me muerdes apenas besas mi hombro, tus caricias hacen que me vaya perdiendo en el tiempo, siento como empiezas a alterarte, voy recorriéndote con mis manos, tú me despojas completamente de la poca ropa que traigo, ahora puedes ver mi lencería transparente que revela todas mis formas, tal como te gusta; te tengo detrás de mí y voy sintiendo el calor de tu cuerpo, tus manos no dejan de recorrer cada rincón de mí, mientras disfrutas con tu mirada de como se han erguido mis pechos y los haces presos de tus caricias, de los suaves pellizcos de tus dedos en mis pezones y finalmente de esos mordiscos precisos y breves que hacen que de mi boca escapen pequeños gemidos.

No aguanto más y me doy la vuelta, mientras tus manos siguen aprisionando mis pechos, me quedo sentada y tú de pie frente a mí de tal modo que mi cara queda en el lugar preciso para lo que quiero hacer. Te quito el cinturón lo más lento que puedo, te abro el cierre suavemente… muero de deseo por hacerlo rápidamente pero quiero disfrutar cada momento contigo, cada segundo hacerlo eterno y que no se noten mis nervios ni mi urgencia por poseerte, torpemente tratamos de que tus pantalones caigan sin dejar de acariciarnos, voy bajando a besos por tu cuerpo, recorriendo tu abdomen, mientras tus ojos me dicen que puedes sentirme, te recorro con mis labios, con mi lengua, cada curva, cada entrada y salida de la perfecta carretera que para mis caricias es tu cuerpo.

Mientras mis besos te recorren , mis manos intentan sentir sobre tu bóxer como estás para mí y me dices que quieres explotar de pasión conmigo, acaricio tu virilidad, mmm… que bien estas y me dices que todo es mío, quiero probarte, quiero sentir con mis labios la erguidez de tu miembro, me lo voy comiendo de principio a fin, me encantas, mientras entras y sales de mi boca tu agarras mi cabello fuerte, lo recoges con tus manos y me empujas hacia ti, comienzo a sentir como tus fluidos quieren salir pero no es tiempo mi amor, haces lo que tanto me gusta y usas tu fuerza , me elevas mientras mis piernas rodean tu cintura, que húmeda me tienes vas entrando en mi dulce y salvajemente mientras llegamos al sofá.

Te encantan mis ligueros y con solo mirarlos como fiera salvaje comienzas a entrar y salir de mi con fuerza, tus manos sostienen las mías, mientras abro totalmente mis piernas para facilitar tu labor y sentirte muy profundamente dentro de mí, siento tu ritmo incrementarse y no quiero que termines aún, aunque intento zafarme para que pares no me dejas, tomas el control de todo, poco a poco me vas soltando, usas tus manos ahora para acariciar mis piernas mientras las contemplas y acaricias mi ligero con muchas delicadeza, de pronto quieres juguetear y vas desprendiéndote de mí, con tu lengua y tus dientes me quitas el liguero y las medias, te ayudas con tus manos mientras con tu boca llegas a mi humedad, siento tu lengua, tu barba rozando mi clítoris que me hace estallar en pequeños choques eléctricos que me recorren de punta a punta, y puedo notar como te estremeces cuando tu lengua me acaricia, en total compenetración con las reacciones que causas en mí y me haces gemir de placer.

Tu lengua y tus labios en mi clítoris y mis manos en tus sienes, soy tuya me has rendido ante tus caricias, te siento extasiado, me tienes loca de placer, me tienes perdida en ti, nuevamente te incorporas y acaricias mis piernas mientras las unes despacio y las pones sobre tus hombros, dejas el espacio necesario para entrar en mí, amor sientes como mi humedad te espera, como estoy ardiendo, sabes lo que me gusta, entras duro, salvaje, fuerte, te quiero todo dentro.

Vienes hacia mí, nos besamos mientras dejas caer tu cuerpo en el sofá ahora déjame montarte mientas tocas mis senos y miras como los tienes, me das de nalgadas mientras jineteo en ti, me llevas hacia tí y muerdes mis pechos, me sientes, conoces a la perfección todo lo que me gusta, con tus manos conduces mis movimientos ahora déjame recostarme sobre ti, sin que salgas de mi déjame moverme de arriba abajo sintiéndote dentro, estoy muy mojada; tu pene roza mi clítoris en esta posición, mis senos se refriegan en tu pecho siento que me voy a regar en ti.

Me sientas sobre ti, tomas mis manos y con tu fuerza me ayudas a ponerme de cuclillas para que entres y salgas de mí, mientras subo y bajo a tu ritmo, siente como me riego otra vez, y una vez más, como me encanta estar contigo, tapas mi boca para que mis gritos no nos delaten.

Me pongo de espaldas a ti con la intención de seguir montando ese corcel de pasión, pero me empujas hasta ponerme en cuatro, imagino que deseas verme completamente abierta para ti; agarras mi cabello y me penetras como un salvaje, mientras miras en el espejo que tenemos junto al sofá como se refleja el va y ven de mis pechos, tus gemidos me vuelven loca, con tus manos me agarras la cintura, sientes mi humedad, quiero que te riegues dentro de mí, pero tu prefieres hacerlo en mi boca y como decirte que no si me tienes atrapada en esta lujuria, te masturbas, que bien se ve eso amor, que bello eres, me excita mucho mirarte hacerlo una y otra vez, mis dedos exploran mi humedad, quiero terminar contigo, quiero que nos reguemos juntos mi amor.

Sé que estás listo, y te riegas en todo mi cuerpo, me embarras de tus fluidos y quedamos extasiados de amor y de una pasión loca.

Rendidos nos quedamos en el sofá cobijados por nuestros cuerpos, Morfeo nos aprisiona y ahora es tiempo de amarnos en nuestros sueños, mientras transcurre la noche para nuevamente despertar… junto a ti.